Carlos Rodríguez y el notario público Edwin Chavarría han sido absueltos de las acusaciones de coacción y falsedad ideológica en un caso que ha generado gran controversia.
El proceso legal se remonta a años atrás, cuando Carmen Ramírez y su abogado, el exdiputado Edgardo Araya, alegaron que la propiedad ubicada en San Rafael de Heredia, pertenecía a Ramírez y que fue obtenida mediante coacción y actos fraudulentos de un notario público.
Esta era la propiedad en disputa.
Durante la audiencia de debate, Rodrigo Rosales y su equipo de trabajo en defensa de Rodríguez y Chavarría presentaron un caso sólido sin necesidad de testigos, utilizando únicamente el testimonio de los acusados y un interrogatorio exhaustivo a la parte acusadora.
La contundencia de la defensa llevó a un cambio de dirección por parte del Ministerio Público y la Fiscalía, quienes solicitaron la absolución de Rodríguez y Chavarría.
Esto debido a las contradicciones en las declaraciones de Carmen Ramírez y sus testigos, en los que se incluía el estadounidense Scott Branon, quien es el enemigo público del empresario Carlos Rodríguez y que hasta el momento no ha podido ganarle un solo juicio.
El tribunal de juicio, tras analizar todas las pruebas y argumentos, concluyó que existía una duda razonable sobre los hechos, lo que llevó a la absolución de los acusados y al levantamiento de las causas y anotaciones sobre la propiedad en disputa, por el el principio in dubio pro reo.
El principio in dubio pro reo en el Derecho Penal indica que si el juez o tribunal tienen dudas sobre la culpabilidad de un acusado tras valorar las pruebas disponibles, la sentencia o decisión judicial debe favorecer al acusado
El abogado penalista Rodrigo Rosales, quien defendió a Rodríguez, destacó la importancia de este fallo como un ejemplo de justicia y respeto a la inocencia de sus clientes.
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Joao Gómez
